Katie era un niño de nueve años huérfano en Bulgaria que debido a la mala dieta del orfanato donde se encontraba tenía la malnutrición severa, anemia, osteoporosis, escorbuto... Pero incluso con todas estas preocupaciones médicas, Katie todavía era un niño deseado.
Ahora vive los Estados Unidos con su familia adoptiva y está recibiendo la atención médica adecuada, así como gran cantidad de amor y bondad; todo esto gracias a asociaciones como Proyecto Eli.
Proyecto Eli fue creado con el fin de encontrar familias para niños con necesidades especiales en todo el mundo, pero más específicamente de Ucrania, y les ayuda con el engorroso papeleo y con todo la asistencia que sea necesaria. También recauda dinero para ayudar a las familias a pagar la adopción, para cubrir los costes de las pruebas médicas y el tratamiento, y para asegurar que los niños estén debidamente atendidos.
El trabajo de esta asociación muestra que cada niño es un hijo deseado y que ser provida no consiste sólo en estar contra del aborto. Con cada dólar que recogen, y la vida de todos los niños que ayudan, Proyecto Eli está extendiendo el mensaje provida por todo el mundo.
Fuente: LifeSiteNews
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